Entrega de armas y acuerdo final de paz.

Durante el gobierno de Virgilio Barco, el M-19 manifiestó que para dejar las armas era necesario convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de redactar una nueva constitución; por supuesto el gobierno no estaba a favor de esto, lo que hizo que los estudiantes hicieran un movimiento nacional llamado la Séptima Papeleta; donde el pueblo podía votar a favor o en contra de una Asamblea Nacional Constituyente, quedando victorioso el si el 11 de marzo de 1990.

El 17 de marzo de 1989, en el municipio de Santo Domingo (Cauca), el M-19 y delegados del gobierno refrendaron el primer acuerdo llamado Firma de la Declaración del Cauca, con el objetivo de la desmovilización irreversible de este grupo armado.

El 8 de marzo de 1990, después de 16 años de lucha armada, los militantes del M-19 entregaron sus armas en un campamento ubicado en el departamento de Santo Domingo, haciendo entrega oficial a una comisión técnica de la Internacional Socialista; siendo este, el último proceso para dar fin al conflicto e iniciar el acuerdo de paz definitivo con el gobierno.

Durante el proceso de abandono de armas, el comandante y máximo líder del M-19 antes de entregar su pistola expresó: “Podemos decir con satisfacción que nuestras armas nunca fueron intimidantes. Que nuestras armas –de alguna manera- siempre fueron armas acogidas con respeto y con cariño por las mayorías de este país. Pero ha llegado el tiempo de dejarlas. Ha llegado el tiempo de comenzar un camino distinto. Ha llegado el tiempo de convertirnos todos en verdaderos conductores de esta nación”.

Finalmente, el 9 de marzo de 1990, el comandante Carlo Pizarro, firma el trato de paz con el Gobierno Nacional que estaba a cargo del ex presidente Virgilio Barco; igualmente partidos políticos y la Iglesia Católica estuvieron presentes durante este acontecimiento.